Los huevos son uno de los alimentos más equilibrados de la naturaleza, ya que contienen todas las proteínas, vitaminas (excepto la vitamina C) y minerales esenciales para una buena salud. Se consideran una proteína completa porque contienen todos los aminoácidos esenciales, que son los componentes básicos de las proteínas. Además, contienen trece vitaminas y minerales esenciales. Son ricos en vitaminas del complejo B y también aportan vitaminas A y D. En particular, las yemas de huevo son una de las mayores fuentes de riboflavina y vitamina B12.
Los huevos pueden usarse para mejorar la textura de la piel seca o grasa. Las yemas de huevo son ricas en lecitina y otros ácidos grasos que hidratan la piel. Las claras de huevo contienen albúmina, una proteína simple que ayuda a cerrar los poros y a eliminar el exceso de grasa. Hay muchas recetas de mascarillas faciales de huevo en internet.
En el cuidado capilar , el huevo es un excelente acondicionador natural. Sus proteínas ayudan a suavizar, fortalecer y dejar el cabello brillante y manejable. Las yemas de huevo hidratan el cabello gracias a su contenido en lecitina. La lecitina es ideal para cabello ondulado, rizado o encrespado, ya que estos tipos de cabello son más propensos a la sequedad y la rotura. La lecitina ayuda a hidratar el cabello seco, dañado o quebradizo, dejándolo suave, hidratado, sedoso y brillante.
Algunos expertos en huevos para el cabello sugieren aplicar un baño de huevo una vez por semana. El champú habitual de Cleopatra se elaboraba combinando yemas de huevo y vinagre.
Utilizamos huevos de gallinas camperas y con certificación orgánica.