La equinácea , también conocida como equinácea purpúrea, es un arbusto perenne que se encuentra en el centro y este de Norteamérica. Su nombre en latín proviene del griego ekhinos, que significa erizo, ya que el cono de la flor se asemeja a un pequeño erizo. Aunque existen nueve especies de equinácea, todas pertenecientes a la familia de las margaritas, la equinácea purpúrea es la más utilizada como remedio natural y en la medicina popular.
Conocida por sus propiedades herbales, antibióticas, antibacterianas y curativas, los nativos americanos han utilizado la equinácea como medicina tópica durante siglos para tratar infecciones y curar heridas, picaduras de insectos y mordeduras de serpientes.
Dado que el acné es una infección e inflamación causada por bacterias atrapadas en un poro, la equinácea se ha utilizado con éxito como tratamiento tópico para las imperfecciones. Sus propiedades calmantes y cicatrizantes la hacen ideal para personas con afecciones cutáneas irritadas, como el eccema, al disminuir la inflamación y el enrojecimiento de la piel, lo que ayuda a aliviar las molestias.
A lo largo de los años se ha realizado una gran cantidad de investigaciones científicas, especialmente sobre el uso tópico de la raíz de equinácea. Algunos estudios han demostrado que promueve la regeneración celular, lo que acelera el proceso de curación y podría ser eficaz para reducir la aparición de arrugas.
En el cuidado del cabello , sus propiedades antibacterianas hacen de la Equinácea un gran remedio herbal para la caspa y las infecciones del cuero cabelludo.