La consuelda , Symphytum officinale , también se conoce con otros nombres como "consuelda de hueso" y "consuelda de moretón". Es una hierba perenne con una raíz oscura parecida a la del nabo, tallos gruesos y peludos, y flores dispuestas en racimos de color púrpura, azul o blanco. Originaria de Europa, crece en lugares húmedos y herbáceos, como riberas de ríos y acequias.
Aunque ya no se recomienda el uso interno de la consuelda, se utiliza a menudo en ungüentos tópicos, pomadas y otros productos para el cuidado de la piel. Sus hojas y raíces contienen un compuesto químico llamado alantoína, que se cree que estimula el crecimiento y la reparación celular, a la vez que reduce la inflamación.
La raíz: La raíz de consuelda aporta más mucílago que calma la piel. Tradicionalmente en Europa, la raíz, considerada nutritiva y refrescante, se utilizaba para aliviar esguinces, torceduras o fracturas.
La consuelda ha ganado popularidad como hierba cicatrizante y se utiliza para aliviar erupciones cutáneas, inflamaciones y otros problemas cutáneos. Contiene mucílago, por lo que se utiliza en productos para la piel y el cabello por su efecto suavizante.
Las hojas o raíces de consuelda en una bolsita de té de muselina, añadidas al agua del baño, pueden usarse para suavizar la piel. La consuelda también es excelente para pieles sensibles. Sus propiedades limpiadoras suaves la convierten en un producto ideal para eliminar la suciedad, la grasa y las impurezas sin irritar la piel.
En el cuidado capilar , la consuelda calma y estimula el cuero cabelludo, además de enriquecer el cabello sin vida. El té de consuelda, elaborado a partir de la raíz o las hojas, aplicado sobre el cabello como enjuague, deja el cabello suave como la seda.