La albahaca , Ocimum basilicum , también conocida como albahaca común o albahaca dulce, es originaria de la India, Oriente Medio y algunas islas del Pacífico. Tanto la especie como el nombre común derivan del griego basileus, que significa rey. Se ha cultivado en el Mediterráneo durante miles de años. Los antiguos egipcios quemaban una mezcla de albahaca y mirra para apaciguar a sus dioses. En la India, se creía que la albahaca contenía esencia divina, y los nativos la elegían para realizar sus juramentos en los tribunales. En la época isabelina, la albahaca dulce se usaba como rapé para los resfriados, aliviar los dolores de cabeza y despejar la mente.
El té de albahaca se usa a menudo para aliviar las náuseas. Gracias a su acción antibacteriana y fungicida, las hojas de albahaca se utilizan para la picazón, el acné y las picaduras de insectos, y son sumamente eficaces para tratar afecciones cutáneas.
Una infusión de hojas y flores de albahaca se ha utilizado para estimular la piel apagada y aclarar la tez. La albahaca tiene un efecto tonificante y refrescante en el cuerpo. En las culturas orientales, la tierra de los jardines de albahaca se utiliza como baño de barro para aliviar afecciones de la piel.
En el cuidado capilar, la albahaca estimula los folículos pilosos, aumenta la circulación del cuero cabelludo y promueve el crecimiento del cabello. El magnesio presente en la albahaca ayuda a proteger el cabello de la rotura y sus propiedades antiinflamatorias ayudan a suavizar las raíces. La albahaca aporta brillo al cabello opaco.